miércoles, 4 de abril de 2012

Cosas "extrañas"


“Partido extraño”. Esas fueron las palabras de Galliani al acabar el Barcelona-Milán. Esa es la sensación con la que ha acabado cada equipo eliminado por el Barcelona de la Champions League en los últimos años (y los no eliminados, también). Milán, Inter, Benfica, Chelsea, Arsenal, Real Madrid… Es esa sensación de impotencia, de que hagas lo que hagas, si les consigues poner contra las cuerdas “algo” pasará. Y ese “algo” siempre viene en forma de empujoncito arbitral. Digo lo que dijo Mourinho hace poco menos de un año, son un equipo fantástico, son muy buenos, pero estas cosas sobran. Han sido muchas las jugadas polémicas en partidos decisivos en los últimos tiempos (hablo sólo de la Champions, que como hablemos de Liga y Copa no acabamos), en eliminatorias que se complicaban según pasaban los minutos, y todas esas jugadas se resolvieron a favor de los mismos. Hoy me centraré solamente en esta eliminatoria de cuartos que ha enfrentado a Milán y Barcelona.


En el partido de ida (0-0) hubo dos jugadas polémicas en el área del Milán. Un agarrón claro a Puyol a la salida de un córner cuando iba a rematar (¿cuántos de estos se ven en cada partido y no se pitan?), penalti claro. Y también una caída de Alexis ante Abbiati. No me pareció penalti, para mí busca el contacto descaradamente al ver que no va a alcanzar el balón en buena posición y cuando lo siente se tira (su antinatural caída defiende mi teoría). Por lo tanto para mí, un penalti claro, de los que nunca se pitan (a no ser que convenga, como se vería más adelante) y uno muy dudoso (siendo generoso).

Los que nunca se quejan de los árbitros, los que “hablan en el campo” y los que dicen que “las excusas son de perdedores” dijeron esto después del partido:


Puyol: "Ahí están las jugadas, las ha visto todo el mundo. Yo voy a rematar y me cogen de la camiseta, el árbitro no lo ha querido pitar, lo he visto en el videomarcador."

Xavi: "El penalti a Alexis ha sido clamoroso." 

Valdés: "Nunca se sabe, es el árbitro quien decide. Ya cansa un poco, son muchas jugadas"


A parte de las quejas por el césped, que rozaron lo patético.

Que quede claro en este punto que eso no son excusas ni quejas, que es un análisis objetivo de lo sucedido en el terreno de juego, por supuesto.


Siempre hacen lo mismo, desde que acaba el partido de ida comienza la presión sobre el árbitro de la vuelta, y como hemos visto en estos años, da sus frutos.

Pero las quejas no dan sus frutos sólo en ese aspecto. Los dirigentes de la UEFA, esos que eligen los árbitros, ahí donde están metidos Villar y el director de proyectos de Unicef, también recogen el mensaje y actúan en consecuencia. Se busca árbitro con precedentes favorables al Barcelona, y no es difícil encontrarlo. Este mismo año, en la final de la Supercopa de Europa ante el Oporto, con 1-0 a favor del Barcelona en el minuto 80 sucede esto:




¿Penalti? Clarísimo (exactamente igual que el primero pitado a favor del Barcelona el martes). El árbitro no lo vio, o no lo quiso ver. Él es el indicado. Kuipers es el hombre.

Quién sabe, a lo mejor sin sus quejas el designado habría sido otro (ya vimos el año pasado como Pep “eligió” a Stark como árbitro de la ida de semifinales ante el Madrid, después de protestar amargamente ante la posibilidad de que pudiese ser un portugués). No es algo nuevo.


Pero lo mejor llegaría en el partido de vuelta. Tres jugadas polémicas (sí, tres, porque aunque los medios hayan obviado dos de ellas, ahí están). La primera es la jugada que originó el penalti que significaría el 1-0. Xavi da un pase atrás, el defensa del Milán lo intercepta pero el control se le va largo, cosa que aprovecha Messi que después es derribado claramente por el defensor. Todo esto sería legítimo si Messi no hubiese estado en posición adelantada en el momento del pase de Xavi. Al aprovecharse de una posición de fuera de juego tras el rechace del jugador del Milán (que en ningún momento tiene el balón controlado), éste se debió señalar y el penalti posterior no debió pitarse.


La segunda jugada es, evidentemente, el segundo penalti a favor del Barcelona, en el minuto 40, justo después de que empatase el Milán y cuando peor lo estaban pasando. Lo primero, el balón no estaba ni siquiera en juego cuando se produce el agarrón. Normalmente, cuando hay agarrones ANTES de que se saque un córner, el árbitro no deja sacar y advierte al defensor, estamos hartos de verlo. Ayer no,  ayer quería pitarlo. ¿Alguien quiere que me crea que el árbitro no tenía en la cabeza el penalti no pitado a Puyol en la ida? Dejó que se sacase y antes de que el balón levantase un metro del suelo pitó el penalti. Siempre se ha dicho que los árbitros que intentan compensar sus errores a lo largo de un partido suelen equivocarse. Los que intentan compensar errores de otro árbitro, se equivocan más. Y por cierto, ¿los bloqueos son legales en el fútbol? Yo pensaba que eran falta, esto no es baloncesto. El Barcelona los hace en cada córner de cada partido, y Puyol hizo uno (agarrando al jugador que hizo el penalti) en esta misma jugada, en ese mismo instante.


La tercera jugada, el penalti a Ibrahimovic nada más comenzar la segunda parte.  Mascherano se lo lleva por delante, le zancadillea y no toca el balón. Penalti clarísimo. Era el posible empate a 2, y 5 minutos después llegaría el 3-1 que sentenciaría la eliminatoria. El vídeo no deja lugar a dudas (minuto 3:13):




Además de estas tres jugadas, ya con 3-1, Robinho se plantó sólo delante de Valdés tras cortar un despeje de Piqué con el costado, pero el árbitro había pitado “mano” antes. Jugada que recordó mucho a aquella falta con el cogote de Cristiano a Mascherano que acabaría con gol anulado a Higuaín. Pitó miedo, el Milán no podía meterse en la eliminatoria.


¿Qué el Barcelona tiró a puerta 20 veces más que el Milán? Sí, ¿y qué? En aquella clasificación en semifinales ante el Chelsea (aquel inolvidable robo de Stamford Bridge), el Barcelona tiró dos veces, una de ellas en el último minuto, y no recuerdo que se dijese nada al respecto. Los tiros a puerta no garantizan clasificaciones, la posesión tampoco. El fútbol es el fútbol, y lo que cuentan son los goles.


En definitiva, las quejas y protestas, las influencias y los tratos de favor volvieron a funcionar. Seguramente el Barcelona habría eliminado a este Milán venido a menos de todas formas, pero nos quedaremos sin saber lo que habría pasado en una eliminatoria de igual a igual. Sin compensaciones, sin cosas “extrañas”, como tantas otras veces.

De una hipotética final de Champions contra el Barcelona no me dan miedo ni Messi, ni Xavi, ni Iniesta... Temo al árbitro que elijan y lo que le digan que haga.

Mi pregunta ha dejado de ser “por qué?”, ya lo dejó claro Godall. Mi pregunta ahora es “¿hasta cuándo?” No creo que jugadores, entrenadores y directivos de TODOS los equipos que el Barcelona elimina se equivoquen en sus quejas, ni que todos sean unos “llorones”.


¿Hasta cuándo va a durar esta pantomima? ¿Cuándo vamos a dejar de tener la sensación de que ganan por decreto? ¿Cuándo la Champions League será una competición limpia?



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