lunes, 29 de abril de 2013

Hasta el final


Suenan tambores de remontada. Cuesta imaginar algo que se le predisponga imposible al Real Madrid. Ya se puede caer de formas tan dolorosas como la de Dortmund, que si hay una mínima posibilidad de levantar la situación el madridismo se agarra a ella con la fe que se tiene en quien sabes que no te va a fallar, en quien tan pocas veces te ha fallado. Porque quien siente lo que significa este equipo sabe que en su ADN  va implícito dejarse hasta la última gota sudor mientras el objetivo está al alcance. Ha sido así durante muchos años, el Real Madrid lleva en su histórica mochila de viaje gestas que a cualquier equipo del mundo le habrían parecido imposibles, y que fueron hechas realidad por once tíos con sus camisetas blancas llenas de barro, sangre y sudor.



Quizá no sea racional creer en la remontada, ni de sentido común la fe ilimitada en quienes hace una semana no fueron capaces de dar la talla. ¿Por qué la iban a dar ahora? Pues porque sí, porque el fútbol no es racional, porque cada detalle cuenta y cada partido es un mundo, porque 90 minutos en el Bernabéu son muy largos y cinco también y porque somos el jodido Real Madrid y nos hemos ganado el derecho a no ser racionales y creer en nuestro equipo ante cualquier circunstancia.


Al final no es una cuestión de creer o no creer, es saber que este equipo lleva haciendo historia desde que fue fundado hace 111 años a base de derribar muros que a los demás les parecían inalcanzables. Y levantarse. Siempre levantarse. No rendirse. Porque hasta los más grandes caen, pero no es más grande el que menos veces cae, sino el que más veces se levanta.


¿Imposible? Imposible ha sido para cualquier otro equipo del mundo ganar nueve Copas de Europa. Imposible ha sido para cualquier otro equipo de España y de las grandes ligas europeas ganar 32 Ligas. Imposible ha sido para cualquier otro equipo del mundo ser el mejor equipo de la historia del jodido fútbol. Dejemos que sea el Real Madrid una vez más quién decida dónde está la frontera entre lo posible y lo imposible.







HASTA EL FINAL, VAMOS REAL.



(vídeo de @Patrick4HD)