sábado, 20 de agosto de 2011

Mentiras 2.0

Ya hace tiempo que vengo quejándome de la hipocresía que rodea al mundo del fútbol y el doble rasero que se utiliza para medir las acciones de Real Madrid y Barcelona, pero es ahora, a pocos días de acabar la Supercopa de España cuando procede más hablar de ello, cuando tengo los ejemplos recientes y no se me olvidan las cosas.
En esta Supercopa se ha visto un equipo superior, el Real Madrid, y eso parece escocer mucho a algunos, pero es así. En la ida mereció ganar, y por más de un gol. El Barcelona aún no sabe cómo se encontró aquellos dos goles en el Bernabéu, pero el fútbol es así y en otras ocasiones ha sido el Madrid el que ha llegado dos veces y ha metido dos goles, no hay que darle más vueltas, la suerte aquel día no estuvo de nuestro lado y ya está. Tampoco lo estuvo en la vuelta, con ese balón al larguero y otras cuantas ocasiones que se escaparon por poco, y encajando un gol (otra vez) en el minuto 45 (por cierto, hay una repetición de ese gol, desde el ángulo contrario, en el que da la sensación de que Messi se ayuda del hombro al controlar y darle el balón a Piqué, pero no la he vuelto a ver casualmente, y no hay manera de que salga de dudas porque no la ponen). A parte de esto quedan las ”pequeñas cosas” en las que, ante cualquier duda, siempre se pita a favor del Barcelona. No tendría por qué ser raro teniendo en cuenta que siempre en la historia del fútbol la mayoría de los árbitros han sido “caseros”, favorables al equipo que juega en casa ante estas situaciones, pero es que en los últimos años parece que el Barcelona juega siempre en casa porque ese trato de favor lo tiene siempre. Aún así, en la vuelta de la Supercopa nos encontramos con uno de los mejores arbitrajes de los últimos clásicos, sin ningún error grave y controlando bastante bien hasta que los jugadores empezaron a ponérselo difícil con protestas y teatros. Con protestas los de ambos equipos, con teatros sólo los de uno. A Mascherano, Abidal, Busquets o Iniesta les cuesta muy poco caer al suelo, en cuanto tienen problemas para controlar el balón o se les echan encima buscan el contacto con el rival para dejarse caer y provocar la falta. En muchas de las faltas que reciben, el jugador contrario ni se mueve, y las de Iniesta son siempre iguales, pone la espalda, deja el pie un poquito atrás, enseña el balón y en cuanto el rival acerca el pie a la pelota y le roza a él cae al suelo a plomo, y falta.



Las típicas faltas que buscan los centrales de todos los equipos dejando el culo atrás para recibir el contacto y tirarse, en Barcelona las hacen casi todos en cualquier parte del campo. Durante toda la segunda parte del partido de vuelta, mejor dicho, hasta el minuto 82, cuando empató el Madrid, el Barcelona se dedicó a perder tiempo (a su manera, buscando el suelo), a encerrarse atrás buscando la contra (con cambio defensivo del Guardiola incluido, Adriano por Villa, para los puristas) y a dar pelotazos. Si ese es el juego del que tanto presumen, eso de “ir siempre a por otro gol”, “defender con el balón” o “no dejar de atacar”, debe ser que yo no me entero, debe ser que ellos ven algo distinto por el televisor a lo que veo yo. Cuando llega el minuto 70 o 75 de un encuentro y el Barcelona va ganando, su forma de dormir el partido no es otra que la de sobar la pelota en su propio campo y si les aprietan un poco irse al suelo. Lo vengo observando desde hace un par de temporadas y es así, no falla, y no sólo si van ganando por un gol, hay veces que incluso siendo más goles los que llevan de renta, actúan de la misma forma. Abidal, Piqué y Valdés son los jugadores que monopolizan el juego del Barcelona durante los últimos minutos de la mayoría de los partidos, y si no solamente hay que ponerse en el televisor y mirarlo. Si en una de esas largas posesiones consiguen que le llegue el balón a Messi y haga un roto y meta un gol… maravilloso, ya tienen el mejor ataque del planeta.

Estas cosas, evidentemente, no las ve nadie, ni siquiera todos los madridistas lo ven. Todo el que haga algo de caso a la prensa, ya sea por televisión o periódicos tendrá mucho más difícil hacerse una opinión objetiva, porque la información deportiva de este país es una continua reverencia al Barcelona, haga lo que haga, y un continuo martillo contra el Madrid, haga lo que haga. Son modas, todos se apuntan al caballo ganador, como siempre. Lo que ha cambiado con respecto a otras modas es que esta vez no se conforman con apuntarse al caballo ganador, sino que intentan cebarse con el que gana menos, hundirlo como sea, les divierte meterse con el Madrid y lograr que toda España se crea sus falacias y crezca el odio hacia nuestro equipo. Todas esas falacias que siempre salieron de la prensa catalana y todo el mundo asumía su cierta radicalidad y subjetividad, ahora son aceptadas, como si fuesen la verdad absoluta, difundidas por el resto de medios (en menor medida y sin insultos, pero difundidas al fin y al cabo), y aceptadas por la gente, que como borregos creen todo lo que les dicen. Todo lo malo que haga alguien del Barcelona será disimulado y se le restará importancia, lo malo que haga alguien del Madrid merecerá la máxima pena posible. Se habla de cantos racistas contra Alves en el Bernabéu, pero no se habla de cantos racistas contra Marcelo (que los hubo) en el Camp Nou, ni de Busquets llamando mono a Marcelo, ni de Villa insultando la religión de Özil para sacarle de quicio. No se habla porque ellos son ejemplares y modélicos.

Luego está el asunto de la prepotencia. ¿No es prepotencia decir que eres un ejemplo para los niños, que los jugadores de tu equipo son míticos y que cuando ellos pierden pierde el fútbol? A mí eso no me parece humildad precisamente, Xavi, por ejemplo no me parece humilde, cada declaración que hace tiene un doble filo y una intención de atacar al contrario y ensalzarse a sí mismo (cuando ha alcanzado su plenitud futbolística casi a los 30 años, después de haber sido criticado durante la mayoría de su carrera). Dos no se pelean si uno no quiere, eso me enseñaron a mí, pero en todas las trifulcas que tienen Madrid y Barcelona siempre, a la hora de buscar culpables los dedos apuntan a jugadores o técnicos madridistas, y según ellos “Mourinho se está cargando el fútbol español”. Estaban mucho mejor hace dos años cuando nadie les plantaba cara, ganaban a su antojo y nadie se atrevía a decir esas verdades que tanto les duelen. La diferencia entre antes y ahora es que antes el Madrid callaba y tragaba con todo y ahora no lo hace, ha entrado en el juego de no cerrar la boca, en el juego que han tenido ellos durante sus más de 100 años de historia, porque sí, ellos también han hablado, y mucho. Y además, los duelos deportivos entre los dos equipos han aumentado en calidad y pasión desde que está Mourinho, y dudo que eso sea malo para el fútbol español, que ahora tiene posiblemente a los dos mejores equipos del mundo en su Liga. También me parece algo osado lanzarse a insinuar y criticar (Xavi) que el Madrid ha orientado su pretemporada sólo a preparar la Supercopa y no la temporada en sí, cosa que no creo que sea así visto lo que dijo Mourinho, que no dio demasiada importancia al título antes de disputarse. Pero es que, aunque hubiese sido así, ¿qué derecho tiene ese a decir lo bien o mal que se ha preparado un rival para la temporada que empieza? Un tío que se cree que ha inventado el fútbol debe sentirse una eminencia en posición suficiente para decir si los demás hacen lo que deben o no. Quizá sea verdad que los segundos años de Mourinho son mejores y se haya empezado a ver ya con una superioridad física evidente y por eso estén con algo de canguelo. Y vuelvo a decir lo que vengo diciendo últimamente, cada uno empieza su pretemporada CUANDO LE DA LA GANA y sabiendo a las consecuencias que se tiene que atener tanto si lo hace antes como después, no debe servir como excusa una cosa que tú mismo eliges y me parece lamentable que haya sido utilizada por parte del Barcelona, desde los directivos hasta los jugadores, pasando por supuesto por el falso humilde.

Muy poca gente entiende a qué me refiero cuando hablo de Guardiola como “falso humilde” o “hipócrita”, tiene engañada a casi toda España, madridistas incluidos, con su labia y sonrisita. Me falla que normalmente no encuentro ejemplos directos que justifiquen lo que digo, que más que a ejemplos concretos se refiere a una actitud continua por parte del entrenador del Barcelona. Hoy si tengo algún ejemplo. Ya he dicho, no me quiero repetir, que el Madrid fue mejor en el partido de ida en el Bernabéu y mereció ganar. Después de ese partido, en rueda de prensa a Guardiola le costaba reconocer la superioridad del rival, achacándola continuamente a su mejor preparación física, a que ellos llegaban justitos, al balón de playa, a las ausencias… Y no admitiendo el injusto resultado, o haciéndolo a regañadientes. En la rueda de prensa posterior al partido de vuelta no tuvo problema en decir que si en el partido de ida hubiesen quedado 4-1, 4-2 o 5-2 no habría pasado nada, que habría sido lo normal por las ocasiones del rival. Mi pregunta es: ¿Por qué no lo dijo en su momento si tan claro lo tenía? Porque supongo que pensaba lo mismo el día del partido de ida también. A lo que voy es a que es muy fácil ser humilde y reconocer las cosas cuando ganas y cuando sabes que ya no tienes nada que perder. Es muy fácil reconocer los méritos del rival cuando todo te va bien y cuando estás en la cresta de la ola. Será más difícil cuando empiecen a perder. Tengo la intuición de que la intención de Guardiola es irse del Barcelona cuando las cosas se pongan feas o incluso antes, por lo que quizá no veamos los malos modos del modélico cuando llegue esa situación, ojalá llegue este año y no nos lo perdamos. Sin embargo, ya nos dejó algunas pinceladas en la única ocasión en los más de 3 años que lleva en el Barcelona en la que se ha visto ligeramente contra las cuerdas, tras la final de la Copa del Rey del año pasado. Ahí se vio al verdadero Guardiola, el que nunca se queja de árbitros, protestando por un acierto del linier en la final de Copa y viniéndose arriba en la siguiente rueda de prensa, poniéndose nervioso y llamando “el puto amo” con sorna a Mourinho, todo un ejemplo para los niños también. A eso me refiero cuando digo que es hipócrita, no deja ver lo que de verdad piensa porque le van las cosas bien, pero en cuanto le van un poco mal sale el verdadero Guardiola, el que se exaltó en un partido y chilló por un pinganillo al auxiliar para que le oyese el árbitro, y luego se atrevió a decir, con toda la tranquilidad del mundo que un árbitro mentía en su acta. El jugador más expulsado de la historia del Barcelona. Todos los que están metidos en el mundo del deporte tienen arranques así y son justificables a mi modo de ver, no me parecen reprochables del todo los arranques de Guardiola, lo que no apruebo es que los arranques de unos sean demonizados y los de otros sean obviados porque ahora “son los buenos” y hay que apoyarlos en todo e ignorar las cosas malas que hagan.




Cuando alguien pierde los estribos y hace alguna acción fuera de lugar (siempre y cuando éste sea del Madrid, por supuesto), nadie se para a buscar las causas que le han llevado a actuar así. Se ha hablado mucho de la tangana del final del partido de vuelta de la Supercopa, del dedo de Mourinho y demás, pero no he escuchado a nadie hablar del gesto de Messi con la mano mientras pasaba por el banquillo del Madrid después de anotar el tercer gol de su equipo, como invitándoles a hablar, lo que a mí me parece un gesto de provocación evidente. Pero como Messi es tan bueno, tiene cara de no haber roto un plato en la vida y meterse con él está prohibido pues nada, no pasa nada. A estas cosas me refiero cuando digo que es muy fácil decir que unos no saben perder, pero difícil admitir que hay otros que no saben ganar.



Ah y se me olvidaba, de siempre, cuando un jugador llega a última hora y no tiene la licencia federativa para jugar el siguiente partido, se queda sin jugarlo hasta que esa licencia llega. No recuerdo ningún caso concreto ahora mismo, pero sé que ha habido casos con otros equipos, nunca con el Barcelona. Porque el otro día a Fábregas le bastó con el DNI y un “permiso de la federación” para disputar el partido.

Me queda hablar de la campaña anti-Mourinho y de Mourinho en sí, de la supuesta violencia del Madrid y de Pepe y Marcelo, pero lo dejaré para otra entrada que esta ya se está alargando.


jueves, 18 de agosto de 2011

Impotencia es la palabra

Impotencia es la palabra. Cualquier persona a la que le guste el fútbol y haya visto estos dos partidos reconocería que el Madrid mereció ganar el otro día y empató, y que hoy no merecía perder y perdió. Cuando a un equipo, en este caso el Barcelona, le sale todo bien y tiene todo de cara llega un momento en que te planteas si realmente se puede hacer algo más. Hoy se ha visto a un Barcelona encerrado en su campo durante TODA la segunda parte, perdiendo tiempo, tirándose al suelo una y otra vez y dejando la iniciativa al Madrid. ¿Ese es el juego bonito y el tiqui-taca? Sin embargo, en casi la única ocasión en que se acercan al área en el segundo tiempo, aprovechando la debilidad del rival (Carvalho estaba cojo), te clavan el gol y se te queda cara de tonto. Si contásemos el número de ocasiones que han tenido los dos equipos durante cada uno de los partidos, el Madrid habría tenido muchas más. El juego del Barcelona es una provocación constante a que los jugadores entren al trapo y hagan alguna falta fuera de lugar, si no la hacen ya se encargaran ellos de tirarse, gritar y meter al árbitro en apuros. Lo que más admiro del Madrid es esa capacidad de sobreponerse siempre a todo esto, a no perderle la cara a los partidos por difíciles que se pongan (hoy fue siempre por detrás y mantuvo la fe en todo momento) y a soportar y seguir luchando contra todas las circunstancias y mala fortuna a las que se tiene que enfrentar cada vez que juega contra este equipo. Es esa impotencia la que lleva a un jugador como Marcelo, joven e impulsivo, a hacer la entrada que hace, que hay que admitir que está fuera de lugar. Expulsión y punto, pasa en miles de partidos que un jugador del equipo que pierde le dé una patada así a un rival. He jugado al fútbol, no mucho pero lo suficiente como para saber lo que le pasa por la cabeza a un jugador en un momento así, en el que ves que te lo has dejado todo en el campo y aún así estás perdiendo de forma inmerecida. Y la tangana de después es lo que es, a TODOS los integrantes de AMBOS banquillos se les va la pinza y empiezan a empujarse y decirse de todo, para la posteridad quedará que fueron los del Madrid los que empezaron y los que la liaron y que no saben perder. ¿Por qué no son los del Barcelona los que no saben ganar? Yo me lo pregunto, no sé si alguien más se lo cuestionará, pero lo que quedará para hablar esta semana será que Mourinho le metió un dedo en el ojo al segundo entrenador del Barcelona, por supuesto de la colleja que le dio éste después no hablará casi nadie. Y nadie se pregunta qué hizo Tito para que Mourinho le hiciese eso, porque imagino yo que algo haría o diría.

Está claro que desde el momento en que es el Barcelona el que ha ganado la Supercopa ya para la opinión general, la prensa y demás no será un trofeo pequeño, ya es otra victoria sobre el Madrid y a exagerarlo todo, nadie dirá que el Madrid fue superior, pero a nosotros los madridistas nos tiene que dar igual, debemos estar orgullosos de lo que ha hecho nuestro equipo en esta Supercopa y sobre todo, debemos ser optimistas ante la temporada que comenzará en breve. Hay equipo, es mejor que el año pasado y se le puede ganar al Barcelona.

Ah, y lo del rollo de la pretemporada corta me toca la moral, hoy no he visto a nadie del Barcelona arrastrarse por el campo ni dejar de correr, no he visto al enano precisamente falto de forma, las cosas como son, pero bueno, era la excusa perfecta por si perdían y sirve para darse más mérito ahora, no hay más.

Oigo a Joselito Guardiola en rueda de prensa volver a exhibir el “comportamiento modélico y ejemplar” de todo aquel que lleva el escudo del Barcelona en algún sitio, y dice sobre lo del teatro que algún día le harán daño a alguien. Le preguntaría si no pudo hacerle daño Busquets a Xabi Alonso en la final de la Copa del Rey, o Iniesta y Xavi con las entradas que han hecho en la primera parte. Una persona que fue acusada de dopaje y es el jugador más expulsado de la historia de su equipo no es el más indicado para hablar de comportamientos modélicos. Y el mamporro que le han dado a Ozil en la cara no creo que se lo haya dado uno del Madrid precisamente, habrá sido algún modélico…

lunes, 15 de agosto de 2011

Ayer en el Bernabéu

Ayer estuve en el Bernabéu, no voy mucho, bastante menos de lo que me gustaría, por lo que cada vez que voy se convierte en una ocasión especial, y ayer lo fue más porque era un R. Madrid-Barcelona, un partido difícil de olvidar. Me he propuesto escribir lo que fue para mí ese partido sin leer antes ni un solo periódico ni ver imágenes en la tele, hacerme una opinión sin influencias de la prensa, así que allá voy.








Lo primero, el ambiente: espectacular. No hay otra palabra que lo describa mejor. A los que dicen que el Bernabéu es como la ópera o el teatro les habría sentado ayer en mi butaca sólo durante 5 minutos. Hubo un momento de la segunda parte, justo después del empate de Xabi Alonso, que era una caldera. Cada vez que se lanzaba un córner o una falta cerca del área contraria el griterío y los cánticos eran ensordecedores, estoy afónico.  Dudo que por la tele se escuche todo lo que se oye allí, durante prácticamente los 90 minutos se coreó al Madrid y se insultó al Farsa y el árbitro.









Y hablando del árbitro: lamentable. Es verdad que no vi todas las jugadas claramente, puede que jugadas que vi claras allí no lo sean tanto en el televisor, pero si lo de Valdés a Cristiano no fue penalti, yo me tengo que cambiar la graduación de las lentillas, porque ese sí que lo vi clarísimo, tan claro que no me explico como el linier, que estaba al lado, ni el árbitro, lo pudieron ver. Sencillamente no lo entiendo. Después los del Farsa pidieron uno de Marcelo sobre Pedro (creo que fue él, no estoy seguro). No vi bien la jugada y no puedo decir si fue o no fue, pero lo que tengo claro es que si hubiesen pitado el anterior, esa jugada no se habría producido. De todas formas, lo que supongo que quedará hoy en las noticias deportivas y demás serán esas dos jugadas polémicas y lo de Alves (otra vez, cómo puede tener la cara tan dura de venir a reírse del Bernabéu una vez más y hacer el payaso de esa manera. En serio, me parece increíble que lo volviese a hacer y que encima protestase, o es tonto o se fuma algo, no hay más). No se leerá nada sobre lo que yo llamo “las pequeñas cosas”. Y las pequeñas cosas son: lo fácil que es sacar tarjetas al Madrid y lo difícil que es sacárselas al Barcelona, lo fácil que es ver jugadores del Farsa besando el suelo y que siempre les piten falta y lo difícil que es que a los del Madrid se las concedan, las pérdidas de tiempo desde el minuto 1  por parte del Barcelona sin ningún castigo y en resumen, esa sensación que parecen tener sus jugadores de que pueden hacer lo que les dé la gana porque no va a pasar nada. Y hablando de pérdidas de tiempo, me sorprendió muchísimo que desde el 0-0 inicial el Barcelona tardase una eternidad en sacar de puerta, de banda, las faltas… menos mal que son un ejemplo de juego limpio. Ah, y ayer regaron el césped un buen rato, yo lo vi con mis ojitos. Y no soy un experto en la materia, pero no vi la hierba muy alta que digamos, el balón rodaba que daba gusto. Qué excusa pondrán ahora, ¿el balón, la pretemporada o incluso el árbitro (son capaces, está claro)? La pretemporada cada uno la empieza cuando le da la gana y se tiene que atener a las consecuencias, por cierto.



Pero bueno, ahora me voy a centrar en el partido en sí. Está claro que objetivo no puedo ser, pero cualquier persona que lo viese coincidirá en que el Madrid fue mejor y mereció ganar. En la primera parte fue muy superior, pudo marcar algún gol más pero el Barcelona tuvo la suerte de que las dos veces que pasó del medio campo acabaron en gol. Me gustó mucho la actitud del Madrid de no venirse abajo pese al injusto resultado y ese gol que llaman muchos, con acierto, “psicológico” en el minuto 45. Fue el inicio de la segunda parte el peor momento de nuestro equipo. El Barcelona salió a intentar dormir el partido en su campo y buscar largas posesiones para acabar desquiciando al Madrid (tiqui-taca lo llaman algunos, en fin…), pero el Madrid no se rindió y siguió presionando, gracias a un robo de balón logró un corner y de ahí salió el empate. Después los jugadores se vinieron arriba y fue ahí donde la suerte no nos sonrió y las fuerzas fallaron un poco. Hubo ocasiones para haberse puesto por delante, sobre todo ese cabezazo de Benzema (que espectáculo de jugador, y eso que no fue su mejor partido, cuantas alegrías nos va a dar), pero no pudo ser. Nada que reprochar a los jugadores, que lo dieron todo y pusieron contra las cuerdas durante casi los 90 minutos al que supuestamente es el mejor equipo del mundo. El miércoles es la vuelta y el equipo tiene que salir igual que ayer, se les pudo ganar ayer y se les puede ganar el miércoles, no hay ninguna razón para no confiar en este equipo, más bien todo lo contrario.




Ah, y a los puristas de la posesión, el juego y las ocasiones, ayer el Madrid dominó en todo eso, ahora si sois resultadistas, ¿no?






P.D. Se me pusieron los pelos de punta cuando al retirarse Villa del terreno de juego el Bernabéu coreó al unísono el nombre de Raúl. El espíritu del eterno capitán se resiste a abandonar el Bernabéu.