He decidido que voy a dedicar mis próximas entradas en este blog a mostrar algo de la hipocresía creciente en este país en cuanto a Madrid y Barcelona. En cuanto a como se ensalza a unos o a otros según conviene, y como la gente, no se da cuenta de que las cosas que critica en el rival, las hace exactamente igual su propio equipo. Mostraré como mucho de lo que se les mete por los ojos a todos estos borregos antimadridistas que siguen la corriente que les conviene, no es más que una moda, una mentira, y que no todo es tan bonito como lo pintan algunos.
Hoy será un aperitivo, simplemente una muestra de lo rápido que se olvida lo que conviene olvidar. Empezaré con un artículo sobre Xavi Hernández escrito en 2008, cuando no ganaba, sí, hace tres años, no es tanto tiempo, ¿verdad? Aunque a Xavi le tengo una entrada preparada para otra ocasión, esta no es contra él, es contra el periodismo, porque como se ha sabido, si el Barcelona no vendió a Xavi cierto verano, fue porque no pudo, no por falta de ganas. Y porque no siempre ha sido tan venerado como lo es ahora, que parece que ha inventado el fútbol, siendo quienes lo dicen los mismos que antes le ponían a parir.
Xavi, esa gran mentira
"Su carrera no oculta la facilidad para perder la posición, despistarse, su lentitud extrema para recuperar posiciones defensivas y su ausencia de sacrificio colectivo que le lleva a no hacer ni una cobertura.
Cuando el equipo pierde el balón Xavi bajará trotando. Y por eso es el 'rey de la resistencia' y de los metros recorridos,
Xavi es incapaz de robar un balón ya que su defensa es flotante. Está cerca de la pelota pero siempre llega tarde y persigue sombras.
Para Xavi defender es estar, aunque siempre tres décimas tarde, tres décimas pero las decisivas, no interpreta el juego táctico y lo que es peor, no actúa, es una sombra que acompaña.
Cuando el balón le llegue ralentizará el juego, lo convertirá en previsible, en tocar y tocar. Nunca la da al primer toque, no da pases verticales y sus envíos de rosca son siempre hacia fuera, al pie. Sus muchos aciertos en el pase parecerán una gran estadística, pero no habrán servido de nada porque obligarán al delantero a regatear, el envío no superará ninguna línea rival. El rondo de Xavi te asegurará posesión a costa de convertirte en un perdedor previsible.
Es difícil ver a Xavi dar una asistencia.Tendrán que ser muy claras y en la frontal porque no abundan sus pases definitivos. Y, con el balón en los pies, carece de físico y recorrido para batir línea en conducción.
Se le pide al Barça que sea agresivo, voraz, hambriento de títulos, pero la actitud de jugadores como Xavi impide alcanzar ese objetivo.
No cumple ni como interior ni como mediocentro, sino sólo en las ruedas de prensa con sus palabras bonitas, su cara de buen chico y su presunto compromiso de segundo capitán.
La gran pregunta es: ¿en qué grande de Europa sería ahora titular? Que lo sea siempre en el Barça habla de la ausencia de competitividad y de análisis profesional del cuerpo técnico a la hora de valorar el rendimiento real de sus jugadores."
Por Marcos López, ahora comentarista en La Sexta, cadena capaz de poner un resumen de tres cuartos de hora de un Mallorca-Barcelona en el que la mayor parte del tiempo se contempla a Xavi pasándole el balón a Piqué y a Mascherano, y tanto el Marcos éste como los que le rodean se deshacen en elogios ante él. Cómo cambian las opiniones en tres años, ¿no?
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