Lo que se siente en días como hoy no se puede describir con palabras, es de esas veces que no puedes quitarte el partido de la cabeza, que no puedes dejar de pensar en eso, que estás nervioso todo el día esperando que lleguen las 9 menos cuarto y empiece a rodar el balón, de hecho llevo 3 semanas esperándolo. Puede pasar cualquier cosa, puede que no se clasifique el Madrid, pero aún así, estas sensaciones merecen la pena. Ese cosquilleo cuando salen los jugadores al campo y suena el himno de la Champions, esa sensación de "hoy por fin es el día" y esos nervios viendo avanzar el reloj a veces deprisa, otras muy despacio. No es un partido cualquiera, al menos no se vive como tal. Sólo espero que pasen a cuartos y vivir más días de estos pronto.
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